
Santiago Carrillo publicaba un artículo titulado El día que la Constitución se reforme que comenzaba recordando que la Constitución no es irreformable y proponía la modificación de su Título IX, apuntando a la desaparición del Tribunal Constitucional.
Resumiendo el razonamiento sería:
- la Constitución proclama que todos los poderes emanan del pueblo ( soberanía popular)
- en el estatuto catalán se han cumplido todos los trámites que prescribe la Constitución: proyecto elaborado por el parlamento catalán, aprobado por las cortes españolas y sometido al referéndum aprobatorio de los catalanes. Añade además que ha funcionado sin problemas durante 4 años.
- se pregunta si tiene sentido que un grupo de juristas, por reputados que sean, puedan acabar anulando el principio inalienable de soberanía popular
- por último propone que el tribunal deje la cosas como están.
Santiago Carrillo sigue aportando interesantes reflexiones.
El segundo artículo es de Juan José Millás y se titula Desastre. En este caso me parece que lo que dice en su primera frase es tan lógico que no debería admitir discusión: "Los miembros del Constitucional deberían aceptar que si en cuatro años han sido incapaces de decidir si un texto se ajusta o no a derecho, algo raro les pasa a ellos, aunque culpen al texto"
Claro, certero y conciso.
La foto de la sede del Tribunal está tomada del blog de Monsieur de Villefort, blog de política, historia, derecho y cultura.
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